La policía argentina ha anunciado la detención de una mujer por la amenaza de bomba de un vuelo de Aerolíneas Argentinas del pasado 21 de mayo. Os contamos la noticia completa en este artículo.
La aeronave, un Airbus A330-200 con matrícula LV-FVH se disponía a despegar desde el aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires, sobre las 07:30 hora local para operar el vuelo AR1304 entre la capital argentina y Miami, en Estados Unidos.
Sin embargo, cuando el avión se dirigía hacia la pista, se recibió una llamada alertando de una bomba a bordo del avión. Inmediatamente todos los protocolos fueron activados y la aeronave se detuvo en una calle de rodaje, donde fueron desembarcados inmediatamente los pasajeros y la tripulación. En total, 270 personas fueron evacuadas de la aeronave, el avión iba prácticamente lleno.
Una semana después de los hechos, el 28 de mayo, la policía detuvo a una mujer, TCP de la aerolínea, como supuesta autora de esa llamada amenazante. Al parecer, la TCP llamó a la compañía y aseguró que el avión «explotaría en mil pedazos». Además, la mujer también llamó al capitán del avión, al que amenazó a nivel personal diciendo que «sabía a qué escuela asistían sus hijas».
La policía sigue investigando el caso mientras la TCP se encuentra bajo arresto. Por su parte, Aerolíneas Argentinas, ha anunciado que también investigará el suceso y que sancionará debidamente este comportamiento. Además, la compañía recuerda que este hecho ha provocado unas pérdidas de cerca de un millón de dólares debido a los retrasos e indemnizaciones.
Amenaza de bomba en un avión de Aerolíneas Argentinas con destino a Miami: los pasajeros fueron desembarcados mientras inspeccionan la nave pic.twitter.com/7grCDo7RyN — Paulino Lofeudo (@Tiriri75) May 21, 2023
Y es que el avión tuvo que ser inspeccionado a fondo, igual que los equipajes de todos los pasajeros y la carga (según marca el protocolo internacional). Así que finalmente el avión despegó con más de 9 horas de retraso, llegando ya de madrugada a Miami después de un vuelo de casi 9 horas.
Por desgracia, este tipo de amenazas son recurrentes y suelen pasar cada cierto tiempo. Aunque hace ya muchos años que no explosiona una bomba en un avión, ni uno solo de estos avisos se puede tomar a la ligera y los procedimientos internacionales e internos de la propia compañía dejan claro los pasos a seguir y la forma de actuar en estos casos.
Los motivos que empujan a ciertas personas a realizar estos actos son muy diversos, desde la embriaguez a la venganza e incluso las «bromas» para conseguir seguidores en redes sociales. Por suerte todas estas conductas quedan severamente castigadas con penas de cárcel y fuertes multas económicas. Además, muchos países (y aerolíneas) pueden incluir prohibiciones para que los responsables no puedan volver a volar. En este aspecto, uno de los países más severos es Estados Unidos con su ya famosa y controvertida «No Fly List».
En el caso de esta TCP y a falta de que concluyan tanto la investigación policial como la investigación interna de la aerolínea, que se hará apoyando en todo momento a las autoridades pertinentes, puede esperar como mínimo una pena de prisión y una sanción económica. Además, también se puede dar el caso de despido procedente por daño grave a la compañía por las pérdidas económicas causadas, así como por el deterioro de su imágen.
Cabe recordar que la compañía es ajena completamente a este tipo de hechos y que la actuación de la tripulación que se encontraba en el avión, así como de todos los servicios y medios implicados en este hecho ha sido la correcta, siguiendo en todo momento los estándares internacionales. Al final, los mayores perjudicados (después de la propia compañía) han sido los pasajeros.