El pasado jueves, Southwest Airlines informó de sus resultados anuales pero no todo fueron cifras, dado que la compañía también anticipó sus planes para este 2024 y eso no incluye al 737 MAX 7.
El 2023 de Southwest y los planes para 2024
Southwest Airlines es la mayor aerolínea low cost del mundo con 818 aviones en la flota a fecha de publicación de este artículo. Todos esos aviones son de la familia 737 y eso incluye 387 unidades del 737-700, 207 unidades del 737-800 y 224 unidades del MAX 8, lo que lo convierte también en el mayor operador de este modelo y en el mayor operador de un 737 MAX.
En cuanto al aspecto económico, el último trimestre de Southwest no fue del todo bueno y la compañía sufrió una pérdida de 200 millones de dólares. Sin embargo, el cómputo general del año arroja un beneficio después de impuestos de 500 millones de dólares, lo cual no está nada mal para la compañía en boca de su CEO, aunque el objetivo es crecer aún más en 2024.
Fabricados, pero no entregados
Uno de los detalles que dejó la conferencia fue el anuncio de la eliminación de la planificación de la flota para este año del 737 MAX 7, un modelo muy esperado por la aerolínea y del cual si, lo habéis adivinado, también es el mayor cliente.
Actualmente Boeing tiene construidos unos 31 737 MAX 7 destinados a Southwest Airlines, pero todos ellos están almacenados o, como mucho, forman parte del programa de vuelos de prueba de Boeing con algún vuelo esporádico.
El problema de este modelo (al igual que del MAX 10) es que ya de por sí el año pasado no se podía prever cuándo se iba a completar la certificación de este modelo debido a que la FAA no quería repetir los mismos errores que cometió en su día con el MAX 8. Así que nunca ha establecido un calendario para estas certificaciones. Si a esta situación le sumamos lo ocurrido en enero de este año con un MAX 9 de Alaska Airlines, está claro que el calendario se ha podido retrasar aún más debido a controles todavía más exhaustivos por parte de la FAA.
El problema en este caso no es para Southwest Airlines, sino para Boeing. La compañía low cost puede ajustar su flota e incluso retrasar la retirada de 45 unidades del 737-700 que tenía planeada para este año, por lo que su capacidad no se verá afectada. Sin embargo, si es un problema para el fabricante porque las compañías están teniendo ya demasiada paciencia. El MAX 7 voló por primera vez en 2018 y debería haber estado certificado en 2019. Estamos a 2024 y es probable que este año el avión no reciba su Certificado de Aeronavegabilidad, con más de 5 años de retraso respecto a la fecha original.
Pero, para ser justos, esta situación no se debe únicamente a Boeing dado que ahora la entrada en servicio de este modelo depende únicamente de la FAA y su prisa o no (más bien no) por certificar el avión. Una vez esto esté realizado, Boeing quedará en manos de la cadena de suministros de piezas, que ha tenido no pocos problemas a lo largo de los últimos años debido a la pandemia y posterior demanda, alza de los precios, etc.