La falta de piezas y repuestos para los aviones occidentales en Rusia es cada vez más apremiante para las compañías de este país. Por eso, el gobierno ruso ha hecho un curioso ofrecimiento.
Rusia ofrece sus aviones presidenciales...
Rusia ha ofrecido a las aerolíneas la venta de un número indeterminado de aeronaves Tupolev TU-214 (un derivado muy simple del TU-204) para las aerolíneas comerciales del país con el objetivo de que puedan sortear las sanciones internacionales que les impiden acceder a repuestos para sus aviones.
Con esta compra, también se evitaría la posibilidad de embargo de los aviones si son operados fuera de Rusia. Actualmente las aerolíneas rusas no pueden volar a todos los destinos dado que sobre la gran mayoría de aeronaves pesan órdenes de embargo en cuanto pisen países que se acogen a la regulación internacional.
Esto por supuesto es un doble problema para las compañías, dado que no pueden operar a todos los destinos que quieren por ese riesgo de embargo y, por otro lado, han tenido que desguazar parcialmente aviones para conseguir piezas de repuesto, algo que aún así está escaseando.
...pero tiene trampa
La trampa de este ofrecimiento de la Administración Presidencial de Rusia que controla el Escuadrón de Vuelo Especial (el escuadrón que opera los aviones presidenciales rusos) es que los TU-214 que ofrece tienen todos más de 20 años y llevan muchos años dados de baja.
Es decir, estos aviones requieren una profunda restauración antes de poder empezar a volar, así como interiores nuevos adaptados a las compañías. Básicamente lo que se han ofrecido son aviones de desguace, porque la vida útil máxima del TU-214 es de 20 años. Ampliar este periodo de tiempo requeriría de nuevos permisos y licencias, así que no va a ser un proceso ni rápido, ni barato ni útil realmente.
Por si esto no fuera poco, la fabricación de algunas piezas de aviones rusos o soviéticos depende de empresas extranjeras que ahora no podrán producirlas ni proporcionarlas. Cabe recordar que se fabricaron únicamente 85 unidades de todas las variantes de este avión desde el año 1990, estando la mayoría de ellas ya retiradas, aunque en teoría la línea de producción sigue abierta.
Así que, por muy «gentil» que haya sido este ofrecimiento, lo cierto es que un par de aviones no van a solucionar los problemas de las compañías rusas, que estaban abocadas a seguir sufriendo todo tipo de problemas en sus operaciones diarias hasta que, eventualmente, se vean obligadas a dejar de volar.