Cuando pensamos en una ruta internacional generalmente pensamos en largas distancia, en vuelos de al menos un par de horas y muchas veces en aviones de fuselaje ancho. Pero, nada más lejos de la realidad…
La ruta internacional más corta: unos minutos en un 777-300ER
Pero la ruta que os traemos hoy es muy diferente, de hecho la distancia entre ambos aeropuertos en línea recta es de apenas 25 kilómetros. Con esta distancia podemos tender a pensar que es operada con algún avión tipo Twin Otter, Cessna Grand Caravan o similar. Pero no, para nada. La ruta está operada con los aviones más grandes disponibles actualmente y varias veces al día.
Se trata de la ruta entre Kinshasa y Brazzaville y viceversa. Estas dos ciudades son las capitales y las ciudades más importantes de la República Democrática del Congo y de la República del Congo, respectivamente y entre ambas tienen una población total cercana a los 20 millones de personas.
Esta ruta se opera de forma diaria de forma directa por ASky Airlines con el Boeing 737 pero también la opera Air France, como parte de su ruta de París a Kinshasa, Brazzaville y de vuelta a París. Para esta ruta generalmente emplea el Boeing 777-200ER y el 777-300ER, aunque muy ocasionalmente también usa el A330-200. Aunque también es operada por otras aerolíneas, siendo estas dos las principales.
Los vuelos generalmente duran entre 10 y 15 minutos, dependiendo de dónde esté posicionado el avión y de la configuración en ese momento tanto en el aeropuerto de salida como en el aeropuerto de llegada. Aunque, eso sí, el tiempo en el aire es bastante menor y puede llegar a durar menos de 10 minutos.
Durante este corto vuelo, los aviones alcanzan una altitud de entre 4.000 y 4.500 pies MSL, que son unos 3.000 pies AGL dado que ambos aeropuertos se encuentran a una altitud sobre el nivel del mar de unos 1.000 pies.
Y aunque parezca increíble, también se ofrece esta ruta con escala, si, con escala. Una de las más llamativas es la de Ethiopian Airlines que ofrece el vuelo desde Kinshasa a Brazzaville con estala en Adís Abeba, con una duración total de hasta 30 horas incluido el vuelo de ida, de vuelta y la escala en la capital etíope.
Los precios para esta corta ruta pueden incluso alcanzar los 250 euros por trayecto y si escogemos la opción con escala pueden incluso superar los 1.000 euros, todo ello en clase Economy.
Una buena razón para ir por aire
La razón de la existencia de esta ruta tan corta es el río que separa ambas ciudades: el Río Congo.
Este río es el segundo más largo de África, solo por detrás del poderoso Nilo. Además, es el tercero más largo del mundo y el tercero también por volumen de descarga de agua, por detrás del Amazonas y el Ganges. Por si todo esto fuera poco, es el río con más profundidad del planeta, llegándose a registrar hasta 220 metros de profundidad en algunos tramos de su recorrido.
Aunque existen multitud de ferris y barcos que lo cruzan a diario, sus aguas son muy traicioneras y las corrientes y remolinos que en él se generan son muy fuertes, así que muchas personas prefieren el avión antes que el barco. Y no, no hay ningún puente que conecte ambas capitales. En varias ocasiones se han estudiado proyectos de construcción de un puente vial y ferroviario pero la idea ha sido desechada por la tremenda complicación técnica y su alto coste de ejecución.
Y es que, de media, la distancia entre ambas ciudades es superior al kilómetro y medio, lo que significaría que el puente tuviera que ser bastante largo y su diseño tendría que ser de tipo colgante, dado que no es posible construir pilares en el centro del río.