El A321XLR podría no cumplir con las características prometidas por Airbus

El A321XLR es la gran apuesta del fabricante europeo como avión NMA sustituto del B757 y una aeronave que, a día de hoy, no tendría competidor.

A321XLR: gamechanger

El A321XLR realizó su primer vuelo hace ahora un año, el 15 de junio del año 2022. Desde entonces el avión ha completado parte de las pruebas necesarias y se espera que obtenga el certificado de aeronavegabilidad este mismo año, para entrar en servicio en 2024.

La nueva apuesta de Airbus que es un desarrollo del A321LR, prometía ser capaz de realizar vuelos de 4.700 millas náuticas u 8.700 km, lo que sería suficiente para cubrir multitud de rutas con aviones más pequeños, ofreciendo así a las compañías más flexibilidad a la hora de realizar sus programaciones.

Dos de los A321XLR de pruebas en Toulouse. Foto: Airbus
Dos de los A321XLR de pruebas en Toulouse. Foto: Airbus

Sin embargo, desde el principio del desarrollo de este avión ha habido un tema recurrente de preocupación: el depósito central de combustible. Pues, para poder alcanzar semejante autonomía, Airbus ha decidido incorporar un depósito central en el avión que albergue más combustible. Esto implicaría un tren de aterrizaje más resistente y un MTOW incrementado, estos dos últimos puntos no han supuesto problemas.

Preocupación por la seguridad

Al estar el tanque de combustible alojado debajo de la cabina de pasajeros, la EASA ha expresado su preocupación por el riesgo de incendio y los tiempos de evacuación en caso de accidente. Ahora, según ha desvelado Reuters el pasado viernes, el regulador europeo ha obligado a Airbus a realizar una serie de cambios en el A321XLR en el propio depósito trasero así como en las zonas adyacentes.

Disposición de los depósitos centrales de combustible del A321XLR. Foto: Airbus
Disposición de los depósitos centrales de combustible del A321XLR. Foto: Airbus

EASA ha exigido un revestimiento protector del propio depósito de combustible, así como un refuerzo de la estructura aledaña. Esto añadiría al peso del avión entre 700 y 800 kilogramos extra. Todo este peso extra representa un mayor consumo de combustible, lo que podría reducir la autonomía del avión en hasta 700 millas náuticas o casi 1.300km en operaciones reales.

Si esto finalmente se cumple y todo hace indicar que así será para obtener la certificación, el XLR no se quedará lejos de su hermano el LR, que ya se encuentra en servicio con varias aerolíneas del mundo. De momento tendremos que esperar para ver las características finales del modelo una vez Airbus realice el rediseño de la parte exigida por EASA.

 

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