Todavía hay gente que cree que las bromas o amenazas falsas de bomba a bordo son divertidas, sin tener en cuenta el problema que causan en los aeropuertos, en las aerolíneas y en los pasajeros que nada tienen que ver con estos personajes. La última de estas «bromas» la sufrimos a finales del mes de agosto, como os hemos contado en este artículo.
Un aeropuerto paralizado
Todo ocurrió el pasado 2 de octubre en el aeropuerto internacional de Legazpi en Bicol, en Filipinas. El vuelo 5J326 de Cebu Pacific operado con el Airbus A320NEO con matrícula RP-C4136 se disponía a despegar con destino a Manila, también en Filipinas, cuando uno de los TCP encontró una nota en el compartimento de almacenaje del papel higiénico de uno de los baños.
La nota manuscrita solo tenía escrita la palabra «bomba» acompañada de dos símbolos de interrogación. Pero, en aviación, no cabe ningún tipo de duda sobre los protocolos a seguir en estos casos, así que el avión se detuvo en la pista, en una zona alejada de la terminal, y los 130 pasajeros y todos los miembros de la tripulación fueron desalojados.
Todos los pasajeros fueron inspeccionados uno a uno, al igual que sus equipajes de la cabina. Los equipajes de la bodega de carga también fueron descargados e inspeccionados exhaustivamente.
Un gran problema
Estas situaciones jamás pueden ser tomadas a broma, por lo que siempre se sigue el protocolo para asegurar la completa ausencia de un artefacto explosivo garantizando la seguridad de la aeronave y sus ocupantes. Pero todo este protocolo causa graves problemas a los pasajeros, las aerolíneas y los propios aeropuertos.
En este caso, más de 10 vuelos se vieron afectados mediante desvíos o directamente cancelaciones debido al bloqueo de la pista de aterrizaje por el avión de Cebu Pacific.
“Bomb??”
This crumpled note containing a bomb threat caused flight disruptions at the Bicol International Airport. The note was discovered in the restroom of a Cebu Pacific aircraft
📸 CAAP pic.twitter.com/nrHjL5y02H— Jacque Manabat (@jacquemanabat) October 2, 2023
La pista estuvo en total cerrada durante 4 horas, tiempo durante el cual las autoridades inspeccionaron hasta el último sitio del avión. Según la CAAP filipina, las multas por falsas amenazas de bomba podrían llegar a los 700 dólares a lo que habría que sumar 5 años de cárcel y otros 12 por la Ley Antiterrorista.
Lo que hay que dejar claro en estos casos es que en la mayoría de las ocasiones se acaba cogiendo al culpable, ya sea por restos biológicos o dactilares en la zona o porque cometen imprudencias digitales al amenazar mediante el móvil a un avión entero, como ocurrió en este caso.