La tarde del viernes y la mañana del sábado han sido muy complicadas, especialmente en Glasgow y Múnich, dado que la nieve ha hecho acto de presencia en grandes cantidades, recordando por qué la aviación no se lleva especialmente bien con el invierno.
La nieve causa retrasos en Glasgow
Lo que empezó en Glasgow como una lluvia fría, continuó siendo aguanieve y posteriormente solo nieve. Esto hizo que numerosos vuelos se vieran retrasados y cancelados debido a la contaminación de la pista.
Algunos vuelos fueron incluso desviados al aeropuerto de Prestwick (al sur de Glasgow) y al aeropuerto de Edimburgo, siendo estos los dos aeropuertos más cercanos que estaban abiertos. Finalmente, las operaciones se han retomado con normalidad en el aeropuerto de Glasgow, aunque se sigue trabajando para recuperar y mitigar los retrasos causados hasta el momento.
La peor parte se la lleva Múnich
Pero sin duda, la peor parte se la lleva Múnich. Una gran tormenta de nieve ha caído sobre Baviera, dejando el área incomunicada por aire y también por tierra en muchos lugares.
El aeropuerto Internacional de Múnich ha anunciado que permanecerá cerrado hasta por lo menos el domingo 3 de diciembre a las 6 de la mañana. Actualmente las autoridades se encuentran trabajando duramente con la intención de reabrir el aeropuerto en esa fecha y hora, aunque sea con capacidad reducida.
Mientras tanto, se ha pedido a los pasajeros que no acudan al aeropuerto y que contacten con sus respectivas compañías aéreas para que les proporcionen más información y para que les reasignen otros vuelos.
❄️ Les aéroports de Munich & Glasgow sont actuellement fermés en raison de fortes chutes de neiges.
▫️De gros retards depuis la Suisse, l’Autriche, la Pologne & l’Allemagne. pic.twitter.com/ZAjdqAMn9p— air plus news (@airplusnews) December 2, 2023
Decenas de aeronaves que se encontraban en tierra en el momento de comenzar la tormenta, han quedado atrapadas al quedar canceladas todas las salidas, sin saber actualmente a ciencia cierta cuando podrán retomar las operaciones.
Y es que el invierno pasado apenas hubo problemas reseñables en Europa debido a la nieve, ¿será este un preludio de que este año no va a ser igual?