En mayo de este año ocurrió uno de los episodios más peligrosos a bordo de un avión, cuando un pasajero consiguió abrir en vuelo la puerta de un Airbus A321CEO de Asiana Airlines.
Los casos de pasajeros no han parado
El pasajero de 32 años que logró abrir la puerta del A321 que operaba el vuelo OZ8124 fue detenido y condenado en juicio a 5 años de prisión por poner en peligro la seguridad del vuelo.
Desde entonces, han tenido lugar tres casos más con pasajeros que han intentado abrir las puertas, teniendo lugar el último de ellos el pasado jueves 30 de noviembre a bordo de un Airbus A380 de Korean Air que cubría la ruta entre Nueva York y Seúl. Un joven bajo los efectos de las drogas intentó abrir una de las puertas del avión, por lo que tuvo que ser reducido por la tripulación y atado a su asiento. Fue arrestado por las autoridades a la llegada del avión a Seúl.
Esto, ha obligado a las autoridades a incluir la obligatoriedad para las aerolíneas para emitir un comunicado en el mensaje de seguridad previo al vuelo en el que se advierta de que la apertura de puertas durante el vuelo está estrictamente prohibida, bajo pena de prisión de 10 años según informa JoongAng.
🚨 Un pasajero ha abierto una salida de emergencia del #A321 HL8256 de #AsianaAirlines en pleno vuelo.
El vuelo #OZ8124 entre Jeju y Daegu del 26 de mayo se encontraba en aproximación cuando una de las salidas de emergencia sobre el ala fue abierta por un pasajero.
El avión… pic.twitter.com/G0rlxPNQuW— On The Wings of Aviation (@OnAviation) May 26, 2023
Por tanto, a partir de ahora, las aerolíneas tendrán que modificar sus instrucciones de seguridad que ofrecen a los pasajeros previas al vuelo para incluir este pequeño fragmento. Además, las compañías también priorizarán la venta de billetes cercanos a las puertas a personas uniformadas, es decir, miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado surcoreano o empleados de las aerolíneas, antes que a cualquier otra persona.
"No hay problema" en altitud de crucero
Como todos sabemos, la mayoría de los aviones comerciales actuales (a excepción de algunos pequeños turbohélices de vuelos regionales) tienen cabina presurizada. Esto significa que a medida que el avión asciende, la presión en cabina se mantiene superior a la presión exterior que rodea el avión para que la gente pueda respirar, dado que si no se produciría un efecto llamado «hipoxia» mediante el cual no se produciría el intercambio de oxígeno en los alveolos pulmonares.
La diferencia de presión positiva entre el avión y el espacio que lo rodea hace que el fuselaje en cierta forma se hinche o se expanda, lo que sella aún más las puertas que están cerradas al empujarlas hacia el exterior.
El diseño de las puertas de los aviones se ha realizado de tal forma que, para abrirlas, hay que empujarlas ligeramente hacia dentro antes de que se abran hacia afuera, esto es una medida de seguridad especialmente pensada para evitar su apertura (accidental o intencionada) en pleno vuelo dado que, parar abrirlas, habría que ejercer una fuerza enorme que ningún pasajero podría realizar debido a la diferencia de presión entre el interior del avión y el exterior.
Por tanto, si una persona intenta abrir una puerta a un nivel de vuelo más alto o en altitud de crucero «no habría problema» porque no podría abrirla, con reducir a esa persona es suficiente. Pero, el problema está, cuando intentan abrirla durante las primeras etapas del vuelo o durante el descenso o la aproximación final. Cuando la presión entre el interior del avión y el exterior están más o menos igualadas o la diferencia entre ambas es menor, si es posible abrir las puertas, siendo esa la fase crítica para este tipo de problemas.
1 comentario en “Los pasajeros surcoreanos siguen intentando abrir las puertas en vuelo”
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