Hoy, 20 de enero del 2024, se celebran 50 años del primer vuelo del actual Lockheed Martin F-16, uno de los aviones de combate a reacción más producidos de la historia y uno de los más utilizados en el mundo. Pero, no debió ser así.
El primer vuelo del F-16 que no debió ser
El F-16 se empezó a desarrollar en l0s años 60 del pasado siglo, pero no fue hasta el año 1969 cuando se obtuvo financiación del Departamento de Defensa de los EEUU para proseguir con fases más avanzados. La idea era crear un avión pequeño que fuera muy ágil y que tuviera una buena relación potencia-peso, lo que le permitiría en teoría ser un avión superior a los aviones enemigos.
5 compañías comenzaron, pero solo General Dynamics (ahora Lockheed Martin) y Northrop comenzaron a desarrollar aviones basados en estos requisitos, y fueron seleccionados finalistas en 1972: el primero con su modelo 401 y el último con el P-600. De momento vamos a «ignorar» el P-600 y nos vamos a centrar en el YF-16, que fue presentado al público el 13 de diciembre de 1973.
A partir de ese momento, se realizaron rápidamente las pruebas estáticas y comenzaron las pruebas de rodaje. Precisamente el 20 de enero, estaba programada una prueba de rodaje a alta velocidad llevada a cabo por el piloto de pruebas Phi Oestricher quien rodaría con el YF-16 a alta velocidad por una de las pistas de la base aérea de Edwards. Sin embargo, en un momento dado, el avión se desestabilizó y l apunta del ala y el estabilizador de estribor rozaron el suelo. El piloto decidió elevar el morro para evitar que el avión se estrellara.
Y, como no estaba previsto, el avión se fue al aire, aunque el vuelo duró poco dado que el piloto volvió a posar el YF-16 en el suelo apenas 6 minutos después del despegue. Los datos se repararon rápidamente y el avión pudo hacer su primer vuelo oficial a tiempo, el 2 de febrero de 1975. Su primer vuelo supersónico tuvo lugar solo 3 días después, el 5 de febrero. Desde luego no pertieron el tiempo.
El gran F-16
Y aunque querían hacer un avión pequeño, acabaron haciendo un avión muy grande: el F-16. Un avión muy maniobrable y versátil del cual, hasta la fecha, se han producido casi 5.000 unidades y que sigue sumando nuevos operadores incluso 50 años después de su primer despegue, algo que no todos los aviones pueden decir.
Sin ir más lejos, el primer F-16 para Bulgaria acaba de entrar en la cadena de producción y el primer F-16 para Eslovaquia acaba de salir de ella. Mientras este último país lo estrenará este año, Bulgaria recibirá su primera unidad el próximo año. No obstante, este es también uno de los aviones más vendidos y reutilizados de segunda mano en todo el mundo, gracias a sus programas de modernizaciones que le confieren una larga vida útil.
Y es que el F-16 actual (bloque 50 y 52) puede tener un peso máximo al despegue de 19.130 kilogramos, teniendo la capacidad para alcanzar una velocidad máxima de MACH 2.05 (2.178km/h) a 40.000 pies o MACH 1.2 a nivel del mar. Tiene un alcance de combate de 550km sin tanques externos de combustible, aunque a capacidad máxima y en crucero es capaz de recorrer 4.200km.
El avión se ofrece con motores General Electric F-110 (uno de los modelos más utilizados) con 29.500 lbf o el Pratt & Whitney F100 con 29.160 lbf, esto le confiere un asombroso ratio de empuje/peso de 1.095 a plena carga o 1.24 con un 50% de combustible, siendo uno de los mejores aviones en este último apartado. Desde su lanzamiento, este modelo ha sufrido 670 pérdidas totales, teniendo lugar el primer accidente el 8 de mayo de 1975 con el segundo prototipo y el último el 6 de mayo del año pasado.
Parece que de momento a los F-16 les queda mucha vida útil por delante y aunque el F-35 está pisando muy fuerte en el mercado militar, el F-16 seguirá defendiendo los cielos durante muchos más años.